¿CUÁNDO UN GOLPE EN LA CABEZA ES GRAVE?
Fuente: Diario Mi Hijo Ed. 01Los niños se mueven, juegan y corren, asumiendo algunos riesgos físicos sin medir las consecuencias que, a menudo, provocan accidentes. La mayoría de ellos han recibido de otro niño un golpe en la cabeza o se la han golpeado a sí mismos más de alguna vez. Todo esto es normal que suceda.
Lo que no puede resultar normal -y además es desaconsejable y arriesgado-, es que los padres no tomen precauciones para reducir el peligro físico que corren sus pequeños e ignoren qué medidas deben tomar ante los traumatismos en la cabeza, que son “normales” y la mayoría de las veces sin consecuencias importantes, pero no por ello exentos de riesgos.
¿Cómo prevenir?
Lo principal es enseñarle a los pequeños aquello qué está permitido hacer y aquello que no, así como los peligros que conllevan ciertas actividades. Ahora, de manera más específica, prevenir con elementos como el casco cuando realicen algún juego o actividad deportiva (como andar en bicicleta, patineta, o sobre patines). Ésta es una medida tan sencilla como elemental para evitar golpes.
DEBES SABERLO: 1 de cada 5 niños que llegan a la urgencia pediátrica lo hacen por golpes en el cráneo.
Tal como indicamos, la mayoría de estas lesiones son leves, porque los huesos del cráneo proporcionan una protección considerable al cerebro que hay en su interior. Los síntomas del golpe también son menores y generalmente desaparecen por sí solos. No obstante, más de medio millón de traumatismos craneales al año son lo suficientemente severos como para requerir una hospitalización y un tratamiento médico urgentes, por lo que aprender a reconocer un traumatismo craneal grave y administrar los primeros auxilios básicos puede marcar la diferencia entre salvar la vida de una persona o no.
¿Golpe en la cabeza? ¡Actúa rápido!
Cuando un niño (o una persona de cualquier edad) se golpea la cabeza, lo primero es asegurarse de que el golpe no tendrá consecuencias graves o fatales. Para ello, se deben realizar cierta acciones, aunque el niño no presente síntomas, no haya quedado inconsciente e, incluso, si parece estar bien inicialmente. Preste atención a estas recomendaciones:
• Es imprescindible permanecer con el niño que se ha golpeado, no dejarlo solo, o al menos asegurarse de que siempre haya alguien presente, cuidándolo y observando sus cambios de comportamiento.
• En caso de que el niño presente señales de sueño, se ponga irritable, algo mareado, repita cosas o tenga dificultades para caminar o hablar, se recomienda llevarlo inmediatamente a un servicio médico de Urgencia, para que evalúen su situación.
• Si el niño deja de llorar antes de 15 minutos después del golpe, tiene buen color, no vomita ni tiene otros síntomas, es poco probable que se haya producido una lesión importante. Hay que permitirle reanudar su vida normal, pero observándolo un poco más, durante al menos 24 horas.
• En un niño pequeño, una caída de altura del doble de su porte (por ejemplo, caerse del carro de supermercado) supone un impacto significativo y debe ser controlado. Independiente de la altura, si hay inconciencia (aturdimiento), también debe consultarse de inmediato.
• Si con el golpe se produjo una herida que sangra abundantemente, hay que acudir a al servicio médico de Urgencia de inmediato. Si no hay herida, para disminuir el tamaño del posterior hematoma, bastará con apretarlo ligeramente con un trozo de hielo envuelto en una gasa o paño. Para aliviar el dolor, se pueden administrar analgésicos que el pediatra haya recomendado durante el control sano (consulte).
• Un niño que sufre golpe o traumatismo de cierta magnitud, o si la forma en que se golpeó no es conocida, siempre debe ser evaluado independiente del estado post-evento.
¿Cuándo empezar a tener especial cuidado?
Para algunos niños, el primer traumatismo de cráneo se debe a la caída de una cama, a la edad en que comienzan a darse la vuelta por sí mismos. Posteriormente, debido a su natural e ilimitada curiosidad, comienzan a explorar hasta el último rincón de la casa, por lo que serán más propensos a los accidentes. Es en este momento en que hay que tener cuidado con desniveles pronunciados y, especialmente, protecciones en escaleras y pozos o piscinas.
Ya cuando empiezan a caminar, se debe tener cuidado con algunas superficies puntudas o duras que sus cabezas pueden alcanzar, como puntas de mesas, respaldos de sillas y otras cubiertas.
Después de un golpe, hay que llevar al niño a una Urgencia, cuando:
- Quedó aturdido (inconsciente).
- Tiene vómitos repetidos, somnolencia creciente o dificultad para despertar, dolor de cabeza intenso, dolor y dificultad para mover el cuello, sensación de mareo progresivo, convulsiones, o movimientos extraños de la cara o las extremidades.
- Es incapaz de moverse, tiene una disminución de la fuerza o sensación de hormigueo, alteración del comportamiento, diferencia de tamaño entre las pupilas de ambos ojos, alteraciones de la visión u “ojos “torcidos”, si habla de forma extraña, dice incoherencias o anda tambaleándose.