LA ANTICOMPRA: LOS ARTÍCULOS INNECESARIOS PARA TU BEBÉ
Fuente: Diario Mi Hijo Ed. 46Durante el embarazo, muchas mamás suelen buscar información de todo tipo para estar preparadas al momento de la llegada de sus bebés. Ahí se dan cuenta de la infinidad de productos para guagua que se encuentran disponibles en el mercado. Claro, todo parece tentador y súper necesario, pero muchos de esos artículos no solo son inútiles, sino que incluso pueden ser perjudiciales para la salud y desarrollo de los niños. Además, pueden representar un costo económico considerable.
A continuación, te presentamos algunos de esos productos ofrecidos comúnmente, para que tengas en cuenta que NO debes incluirlos en el listado de necesidades para tu bebé:
NO a los cotonitos para las orejas
El uso de estos cotonitos puede llegar a dañar los pequeños vellos que existen en el conducto externo del oído. Estos pelillos son importantes porque con su movimiento impiden la entrada de cuerpos extraños y favorecen la expulsión natural del cerumen. Es por ello que no debes utilizar los famosos cotonitos, ya que favorecen la acumulación de más cerumen del necesario y además puede impactarlo en la profundidad del conducto. También está demostrado que pueden causar muchas patologías auditivas, como pérdida de audición por heridas, infecciones e, incluso, perforaciones del tímpano.
Si necesitas realizar una limpieza del oído, debe hacerse en condiciones de seguridad con un paño húmedo, siempre de adentro hacia afuera, sujetando bien la cabeza del niño y con mucha precaución de no profundizar más allá del inicio del conducto.
NO a los andadores
El principal problema de los andadores es que su uso ha provocado numerosos casos de accidentes graves en menores de 15 meses. El choque con muebles y las caídas por las escaleras, son los principales motivos de las lesiones producto de su uso. Esto es porque en muchas ocasiones los niños quedan sin la vigilancia de un adulto. Además, el andador retrasa la marcha ya que impide al niño lograr la adecuada fuerza en sus extremidades al evitar que sus músculos venzan la gravedad, favorece el apoyo en la punta de los pies y sobrecarga sus huesos y articulaciones. Por si fuera poco, en el andador pueden alcanzar el cordón del hervidor de agua, llegar a lugares donde se encuentran objetos cortantes, elementos tóxicos y generadores de calor como estufas o calefactores.
La mejor forma para que los niños empiecen a caminar, es respetar sus propios procesos y desarrollo motor. Se puede aprovechar algún pasillo largo para jugar tomándolo por la espalda y al pequeño le quedará al menos una mano libre para apoyarse en la pared. También se puede poner a su alcance algo en lo que pueda sujetarse. Antes de empezar a caminar, los niños inician el gateo, proceso durante el cual aprenden a incorporarse con apoyo, se miran los pies al iniciar sus primeros pasos, alcanzan y manipulan objetos a su alcance para experimentar, desarrollar sus cualidades táctiles, olfativas y visuales. Si el niño utiliza andador, no podrá experimentar nada de eso.
NO al collar de ámbar
La salida de dientes NO es un proceso doloroso como lo podemos recordar de cuando éramos niños y cambiamos nuestros dientes de leche por los definitivos. Por lo tanto, es un mito que estos collares alivien un supuesto dolor de los dientes al salir. Además, la absorción de aceites a través de la piel es prácticamente imposible. Pero, por el contrario, hay innumerables casos de reportes de muerte de niños por asfixia y atragantamientos por culpa de las cuentas de estos collares. Además, pueden provocar la rotura de dientes y daños en las encías, así como impactación de las cuentas en oídos y fosas nasales.
NO a ponerle sistemas de sujeción a la ropa para el chupete
El uso de chupete es muy controversial. Se puede justificar en algunas circunstancias que tu pediatra puede recomendar. Pero nunca permitas que se transforme en un objeto que manipule a voluntad tu hijo. Si lo vas a usar, debes controlar su uso tú. No debes usar cadenas o cordelitos para fijar el chupete a la ropa. En especial, hay que evitar colgárselo del cuello para evitar accidentes. Es decir, si existe algún motivo para el uso del chupete, debe ser manipulado exclusivamente para los fines propuestos y nunca dejar que sea de libre disponibilidad para el menor.