¿Sabes qué es ser un “padre helicóptero”?
Fuente: Diario Mi Hijo Ed. 49Los llamados “padres helicóptero” son aquellos que se enfocan en exceso en todo lo que hacen (o no hacen) sus hijos. Se les llama así porque están tan pendientes de sus hijos que parece que los sobrevolaran constantemente, tomando demasiado control y responsabilidad en las experiencias, éxitos y fracasos de sus retoños. Estos padres se anticipan a cualquier posible peligro (real o imaginario) a los que se podrían enfrentar sus hijos, interviniendo para evitar que comentan errores, arreglando las fallas que puedan cometer sus hijos y hasta boicoteando su capacidad de elección de amistades o parejas. Es decir, intervienen de manera desproporcionada a sus hijos, convencidos de que así los ayudan, realizando muchas veces las tareas por ellos o allanando todos los posibles obstáculos que puedan surgirles.
Según los psicólogos, hay tres categorías de “padres helicóptero”:
- Helicópteros de combate. Se lanzan en picada y luchan por sus hijos, aunque eso signifique ignorar las responsabilidades del menor.
- Helicópteros de tráfico. Son aquellos que van guiando a sus hijos permanentemente, marcando el camino que ellos consideran el más adecuado, estimulándolos a tomar las decisiones que ellos consideran las más apropiadas para su hijo, a lo largo de sus vidas.
- Helicópteros de rescate. Son los que sacan a sus hijos de las situaciones de crisis y los llevan a lugar seguro, o les proporcionan la ayuda necesaria para que se pongan de pie nuevamente, sin considerar a los afectados o las responsabilidades que el hijo tenga.
Este tipo de paternidad va mucho más allá de proporcionar un ambiente y educación adecuados a los hijos. Los niños con este tipo de padres se confían mucho en el criterio de sus progenitores y los consultan siempre cuando deben tomar una decisión. De esta forma, se les dificulta la capacidad de ser autosuficientes y autónomos, por la sobreprotección física y moral que implica estar en contacto permanente con ellos. También se complica que el niño desarrolle empatía por los demás y se favorecen conductas egoístas o desconsideradas, al ir aprendiendo que son las barreras externas las culpables de sus errores y no asumir responsabilidades. Aunque este tipo de padres quiere lo mejor para sus hijos, suelen presionar a sus hijos para que se esfuercen al máximo, con un elevado nivel de exigencia académica, lo que favorece un estado de estrés, desadaptación social y ansiedad en los niños.
Este tipo de presión no se acaba en la infancia, sino que incluso llega a la juventud, con la búsqueda del primer empleo, llegando a veces a acompañarlos a las entrevistas de trabajo, realizan el seguimiento de las mismas y hasta llaman personalmente para preguntar qué les ha parecido su hijo. Esta actitud dificulta que los niños y jóvenes aprendan a tomar decisiones, a resolver problemas, a asumir responsabilidades y a ser independientes.
¿Por qué algunos papás se comportan así?
- Temor a las consecuencias negativas. Quieren prevenir el sufrimiento de sus hijos por miedo a que no encajen en el grupo, que tengan malas notas o incluso que no logren el empleo que buscan. Sin embargo, este temor provoca en los niños infelicidad, estrés, rechazo y trabajo excesivo.
- Ansiedad. Quieren que sus hijos logren un buen estatus en el ámbito económico, laboral y social, por lo que les presionan en exceso, obligando a los hijos a crear relaciones falsas, sobrevalorando factores de ámbito económico y olvidándose de otros valores, como la lealtad o la fraternidad.
- Autocompasión. La mayoría de estos “padres helicóptero” son así porque en su infancia o adolescencia sintieron rechazo, estuvieron faltos de amor o han sido ignorados. Por ello actúan de esta manera, para prevenir que todo aquello que les resultó tan negativo pueda repetirse en sus hijos, tratando de solventar todas sus carencias afectivas. Es importante que estos papás busquen apoyo en terapias que les permitan identificar y separar sus propias experiencias de las de sus hijos.
- Presión por parte de otros padres. Los mismos padres muchas veces compiten entre sí tratando de ser “el mejor papá” considerando como tal a aquél que trata de evitarles todas las dificultades. Y en este empeño, muchas veces presionan al hijo para que sea “mejor que los demás”.
Consecuencias
Aunque las intenciones de los “padres helicóptero” son buenas, se sobrepasan los límites fácilmente, lo que puede ocasionar graves problemas en las emociones de sus hijos y en la relación con ellos. Por eso, es importante que los padres conversen con los hijos para saber si se están excediendo, comprender que la vida es de los hijos y no la de ellos y entender que los errores no son fracasos sino experiencias que nos ayudan a corregir y mejorar nuestros desempeños. Permite que tu hijo viva su vida y no te apropies de ella.