EDITORIAL
LA PEDIATRÍA EN PANDEMIA
Dr. Jorge Fabres B. Vicepresidente Sociedad Chilena de Pediatría, SOCHIPE.Estimados Socios:
Al escribir estas líneas hemos llegado, casi sin darnos cuenta, a la mitad de este año 2021. Llevamos ya quince largos y agotadores meses desde que se declararan los primeros casos de COVID-19 en nuestro país. A uno le gustaría escribir de otros temas, pero es difícil “desconectarse” de lo que está sucediendo y de cómo esto afecta a nuestros pacientes, a sus familias y, por supuesto, a nosotros mismos y todo nuestro entorno.
Las consecuencias de la Pandemia son a diario vastamente discutidas y analizadas. La cantidad de información científica acumulada en tan poco tiempo parece no tener precedente; aunque también abunda la desinformación y aparecen muchos “expertos” sin serlo. No hay otro tema en la TV, radios, periódicos y redes sociales. Y en nuestras casas, difícilmente podemos abstraernos de la situación. Al contrario, probablemente a quienes somos profesionales de la salud constantemente nos están haciendo consultas, muchas que no manejamos, a veces lejos de nuestra área de mayor experiencia y que tienen que ver con el pronóstico de la evolución de la Pandemia o sobre las decisiones sanitarias que se van tomando.
Sin duda alguna, nuestra preocupación son nuestros pequeños pacientes, ya que si bien al comienzo se pensó que la infección por el virus SARS-CoV-2 comprometía principalmente a adultos y sobre todo a los mayores, con el correr de los meses se ha visto que este virus igual afecta a niños menores de 18 años. Afortunadamente, los casos severos son muchísimo menos frecuentes en la edad pediátrica, pero no son inexistentes ni exentos de, aunque raras, complicaciones graves como el Síndrome Inflamatorio Multisistémico (SIM), también conocido como PIMS o MIS-C por sus siglas en inglés.
Por todo lo anterior, nuestra Sociedad Chilena de Pediatría ha estado atenta a la evolución de esta Pandemia y ha estado disponible para aportar y colaborar en todo lo que tenga que ver con el impacto de esta situación en nuestros niños y adolescentes. Esto ha significado trabajar en conjunto con autoridades de los ministerios de Salud y Educación, Colegio Médico, otras Sociedades Científicas, Organismos no Gubernamentales, en fin, con todos quienes tienen una real preocupación por el efecto de esta pandemia en la niñez. Es así como se ha participado en mesas de trabajo, se han organizado webinars y se han efectuado declaraciones, apoyados en la mejor evidencia disponible, que aportan en distintas áreas de la salud y bienestar de la niñez en tiempos de Pandemia.
Una de las principales preocupaciones que hemos tenido y en que hemos intentado aportar desde nuestra perspectiva, es en relación con el regreso a clases presenciales. Todos entendemos el tremendo impacto que esto está causando, por lo que hemos querido estar presentes y aportar en todas las instancias en que se nos ha pedido opinión y elementos científicos para intentar el regreso a clases presenciales en forma segura. Como hemos dicho en nuestra declaración, “la escuela forma parte determinante para el desarrollo de nuestros niños, proporcionándoles oportunidades de aprendizaje, para crear y mantener amigos, para el desarrollo de actividades físicas y deportivas, para lograr instancias motivacionales, para el desarrollo de habilidades de superación y resolución efectiva de conflictos y, en muchos casos, para tener acceso a un programa adecuado de alimentación y protección social”.
También señalamos que vemos con preocupación “que la inasistencia al establecimiento educacional es una circunstancia que profundiza la inequidad en el aprendizaje a la vez que reduce el apego a la escuela, aumentando el riesgo de deserción escolar definitiva y ampliando la brecha en detrimento de los estratos socialmente más vulnerables”.
Y muy relacionado con lo anterior, nos preocupa de sobremanera el impacto que la Pandemia va teniendo en la salud mental y desarrollo de nuestros niños y adolescentes. Son muy preocupantes las consecuencias a largo plazo y, ya en el corto plazo, expertos en desarrollo infantil estiman que la Pandemia ha dañado incluso la salud mental de los niños más pequeños y ha hecho que pierdan etapas importantes del desarrollo social y emocional que debe darse a esa edad.
Con estos importantes temas y muchos otros que nos preocupan seguiremos adelante en nuestra importante tarea como Sociedad Científica de seguir aportando a nuestro país y especialmente a la infancia y adolescencia que ciertamente son el futuro de nuestra Patria.