Editorial Dra. Jimena Maluenda P. Pediatra, Editora de “El Estetoscopio”
Anticoncepción de Emergencia y Pediatría
La atención de salud en pediatría ha cambiado radicalmente en los últimos decenios. A principios del siglo XX muchas familias pasaban por la dolorosa experiencia de perder un hijo, evento cada vez menos frecuente. Las madres de entonces, muchas veces tenían 15 o 18 años. Pero no eran adolescentes, pues no existía tal concepto y se desenvolvían en un contexto histórico social, donde la maternidad a esas edades era lo normal.
Este cambio de escenario tiene un notable ejemplo en el número de hijos que cada familia tiene y en la anticoncepción. Actualmente, dentro de los requerimientos de algunos pacientes en edad pediátrica, está la anticoncepción y la prevención de enfermedades de transmisión sexual. Ello es una realidad concreta que trasciende la idea que los pediatras puedan tener acerca de su pertinencia o no pertinencia en este segmento etáreo.
En este contexto, el uso de levonorgestrel (LNG) y la anticoncepción de emergencia (AE) vienen a interpelar nuestras acciones cotidianas, con preguntas contundentes que habitan la frontera entre la ciencia y la filosofía: ¿Cuándo comienza la vida? Y considerando que óvulos y espermios están vivos, tal vez la pregunta de rigor sería ¿cuándo se inicia un nuevo individuo?
¿Se requiere poseer autoconciencia para ser considerado un ser humano? ¿Es sujeto de derecho un cigoto en etapa pre-implantacional o un embrión congelado durante procedimientos de fertilización asistida?
¿Existe riesgo de que el uso de LNG impida implantación de un cigoto? ¿Es este riesgo significativo si consideramos la eficiencia natural del proceso? (Una relación sexual no protegida, en el mismo día de la ovulación genera un posibilidad de embarazo de 30% (1) ¿Y es un riesgo significativo durante la adolescencia cuando muchas veces existen ciclos anovulatorios?
¿Qué efecto de LNG es el predominante: el efecto anovulatorio, el antiespermático o el efecto en pH y características endometriales? ¿Hasta dónde el principio de autonomía de un adolescente es válido?
¿Resulta vulnerado el principio de equidad con el fallo del Tribunal Constitucional que prohíbe la distribución de LNG en los establecimientos públicos de salud, pero no se pronuncia acerca de su comercialización?
El presente número de “El Estetoscopio” incluye artículos de destacadas pediatras de la Sociedad Chilena de Pediatría, que, con rigor científico y nutrida bibliografía, dan a conocer sus puntos de vista acerca de la AE. Nuestro afán es estimular el intercambio de ideas e, idealmente, generar respuestas a las interrogantes planteadas. Ello es especialmente necesario en nuestra realidad vertiginosamente cambiante. Las respuestas de ayer resultan incompletas o no aplicables el día de hoy: en el siglo XXI, todas las etapas del proceso de nacimiento o crianza de un ser humano pueden ser intervenidas: a nivel mundial existe la donación y venta de gametos, es posible técnicamente prestar (o arrendar) el útero. Cuando existen dificultades biológicas a la concepción, una familia puede recurrir a la fertilización asistida o a la adopción. Con ello, el concepto “madre” hasta hace poco claro y ahora genera varias posibilidades: la persona que aportó el óvulo, la que gestó y dio a luz, la que amamantó, o la que crió y nutrió física y emocionalmente. Así, la ciencia, en su proceso de generar respuestas, va creando nuevas realidades y con ello nuevas preguntas. Y aunque sus respuestas carezcan de los absolutos que quisiéramos, siempre debieran ser instrumentos de servicio a la vida y al bienestar de las personas.
(1) Wilcox AJ, Weinberg CR, Baird DD.
Timing of sexual intercourse in relation to ovulation. Effects on the probability of conception, survival of the pregnancy, and sex of the baby.
N Engl J Med. 1995 Dec 7;333(23):1517-21.