EDITORIAL
Es nuestro rol orientar a los padres
Por Dra. Teresa Alarcón O., Vicepresidente Sociedad Chilena de PediatríaEstimados socios y amigos, Comenzó el mes de marzo y todos, querámoslo o no, nos vemos arrastrados en su vorágine. Como Sociedad Chilena de Pediatría iniciamos un nuevo período de Directorio, el que es encabezado por el Dr. Humberto Soriano B., a quien ustedes ya conocen. Y fieles al objetivo de esta publicación les iremos informando lo que ocurre en el ámbito de la salud infanto-juvenil en nuestro país y al interior de nuestra querida SOCHIPE.
La SOCHIPE tiene una profunda convicción -basada en el análisis riguroso de la mejor evidencia científica-, respecto del importante rol de las vacunas en la prevención de enfermedades junto a otras intervenciones de salud pública. Por ello entregaremos nuestra opinión a las autoridades sanitarias y mensajes relacionados a la comunidad en general acerca de éste y otros tópicos. Hay quienes rechazan las vacunas debido a la falsa idea promovida por grupos interesados de que algunos de sus componentes tendrían relación con algunas enfermedades. Por otra parte, la vacuna para virus papiloma, que previene el cáncer cervicouterino, también ha sido cuestionada por algunos padres por temor a reacciones adversas que han sido inventados por estos mismos grupos de interés. Es nuestro deber estar presentes en la discusión nacional cuando estos tópicos se encuentran en el tapete.
Así también, continúa la lucha contra la facilitación del consumo de marihuana por parte de jóvenes, que se promueve desde ciertos sectores, mediante argumentos que los expertos y las publicaciones científicas señalan como inadecuados. Esta droga se reconoce como la antesala para la adicción a otras más destructivas para el individuo, las familias y la sociedad, especialmente mientras más precozmente se inicia el consumo.
Además, nuestra Sociedad Chilena de Pediatría insistirá en la necesidad de cambios en los hábitos y estilos de vida de nuestros niños. Nuestro país exhibe las cifras más altas de obesidad y sedentarismo del continente. De aquí la importancia de fomentar la actividad física y prácticas deportivas, a toda edad. Para esto, ya estamos fuertemente involucrados con otras instituciones conformando la Coalición Mover y con la participación de expertos en la difusión del conocimiento a la población a través de los medios periodísticos y las redes sociales.
Esta edición de El Estetoscopio está dedicada a temas escolares. Todos nosotros, cual más cual menos, recuerda los primeros días de colegio de nuestra infancia, más cercana para algunos, más lejana para otros. Tal vez algunos, en calidad de novatos habrán llorado y se habrán resistido al ingreso a las aulas. Sin embargo, en una sincera mirada retrospectiva, reconocemos que ese instante de un mes de marzo marcó para siempre nuestras vidas, porque es el inicio de la evolución de la niñez a la adolescencia, como estudiantes desarrollamos nuestra personalidad y habilidades para la vida, descubrimos nuestros talentos y la vocación que nos motivó a elegir primero la Medicina y luego la Pediatría como profesión de servicio. Además, siempre recordamos que también fueron los años de reconocimiento de los amigos del alma que no olvidamos y nos será imposible sustituir o borrar. En ese acontecer es que fuimos y somos afortunados.
En este siglo XXI, con mayores recursos materiales y técnicos, se facilita a los estudiantes el acceso a las fuentes de información y al conocimiento. Sin embargo, en este contexto hay niños y adolescentes que sufren la escuela básica y media por dificultades de aprendizaje primarios, inherentes a déficits intelectuales no reconocidos, trastornos del espectro autista y, en otros, anomalías sensoriales como déficits de audición, visión y sensitivo motores. Otros niños y adolescentes mostrarán trastornos ansiosos, desadaptación a las reglas y conductas oposicionistas de difícil enfrentamiento en el aula, dificultades en su relación con los compañeros y otras limitaciones de la esfera social. Es nuestro rol como pediatras orientarles a ellos y a sus padres, porque la familia es trascendental e insustituible para la búsqueda y aplicación de soluciones.
Es importante que los equipos de salud que tienen la responsabilidad de la salud infantojuvenil contribuyan a que los niños y adolescentes encuentren el mejor camino, a que comprendan que el fracaso no existe como tal sino entenderlo como una invitación a detectar y corregir errores, a adquirir experiencias, a desarrollar resiliencia, perseverancia y fortaleza anímico-espiritual. Que vivir es un desafío cotidiano cuyo enfrentamiento y superación con los talentos que nos tocaron en suerte constituye la real trascendencia de cada uno de nosotros como persona humana.