Y PARA EL CALOR… ¡UN POCO DE LECHE!
Fuente: Diario Mi Hijo Ed.64Ya estamos en primavera y las altas temperaturas se irán instalando por un largo período. Por ello, se debe empezar a tomar precauciones para que nuestros hijos sobrelleven de mejor manera el calor, sobre todo en horario escolar, que es cuando no están bajo la tutela de los padres gran parte del día.
La sudoración que provoca el calor hace que el organismo pierda más líquido, especialmente en los niños ya que, si bien tienen una mayor proporción de agua que un adulto, se mueven mucho más durante el día. Una hidratación insuficiente afecta el desarrollo escolar, los expone a lesiones y dificulta el aprendizaje. Por esto, es fundamental mantenerlos adecuadamente hidratados, y la leche es una muy buena manera de hacerlo ya que no solo hidrata al estar compuesta en su mayor parte por agua, sino que además aporta nutrientes beneficiosos para el crecimiento de los más pequeños, como proteína de alta calidad, calcio y vitamina D.
La leche no solo es adecuada para hidratar en condiciones de actividad física habitual, sino que también ayuda a nuestros niños a recuperar la hidratación después de realizar una actividad física de mayor exigencia, como tras practicar deportes de tipo competitivo.
El calcio es muy importante para el crecimiento de los niños, en especial para el desarrollo de los huesos. De ahí que este alimento sea parte esencial de la alimentación infantil. De hecho, los primeros seis meses de vida, los bebés solo necesitan tomar leche, ojalá de la mamá y, a partir de los 2 años, lo más adecuado es que los niños tomen el equivalente a medio litro de leche al día.
Para asimilar bien el calcio es necesaria la vitamina D, la cual se forma en la piel cuando nos da el sol. Pero como hay que protegernos del sol excesivo, debemos asegurar otras formas de aportar vitamina D. Hay que moverse y estar activos para que se fije mejor el calcio al esqueleto, por lo que, además de tomar leche, buena fuente de vitamina D, para fortalecer los huesos es recomendable que los niños paseen y jueguen al aire libre, con ropa que los proteja del sol y bloqueador solar.
El agua es el elemento ideal para hidratar y la leche su mejor alternativa, especialmente si además de hidratar necesitamos aportar nutrientes de buena calidad. Eso sí, evita las bebidas, jugos o zumos, ya que pueden contribuir a favorecer el exceso de peso.