¿CÓMO ENTRETENERSE DURANTE EL CONFINAMIENTO?
Fuente: Diario Mi Hijo Ed.70Nos encontramos en un momento histórico. La pandemia del coronavirus implica un riesgo para nuestra salud, por lo que las autoridades sanitarias y el Gobierno han decretado la cuarentena en gran parte del país.
Bajo el lema “Yo me Quedo en Casa” se intenta frenar el avance de los contagios que día a día aumentan de forma alarmante, porque sólo a través de la cuarentena, o aislamiento social, se puede limitar el movimiento por las calles, y se disminuye la circulación por las vías públicas, lo que hará mucho más difícil la transmisión del virus.
De esta forma, se enlentece la velocidad de propagación y así se contribuye a que su incidencia sea más lenta y con ella la capacidad de respuesta de los sistemas de salud para afrontar los casos es más eficiente.
Ahora bien, tenemos que entender que frenar las actividades (trabajos, escolaridad, universidades, etc.), no significa que estemos de vacaciones y que podamos salir a recrearnos. Al contrario, debemos permanecer en los domicilios aislándonos.
Son momentos difíciles, pero debemos tratar de ver las cosas desde otro prisma y buscar la parte positiva de esta situación. Acostumbrados a un ritmo frenético, con una rutina diaria de actividad constante, nos encontramos ahora con este obligado reposo y con tiempo libre. Tiempo para estar en familia, tiempo para el descanso, tiempo para el ocio… Es una buena oportunidad para aprovechar este tiempo que nos ha dado el confinamiento, considerando que solo en desplazamientos en épocas normales, en ciudades como Santiago perdemos 2 a 3 horas diarias…
Por supuesto, no es lo mismo pasar el confinamiento solo, sin compañía, a tener que pasarlo con tres niños pequeños e inquietos. También hay que considerar que algunos padres, en la modalidad teletrabajo, en ocasiones pueden tener más actividades virtuales, reuniones, etc. y con ello ven limitadas sus posibilidades de interactuar con sus hijos en la espera del juego. En fin, cada contexto es único y las formas de entretenimiento son muy distintas según cada grupo familiar.
Espacio para los niños
Cuando se tienen niños pequeños y estamos obligados a permanecer en casa, sin duda que tendremos una situación difícil de llevar, porque las actividades al aire libre son vitales para los niños, en especial para los más pequeños, de 0 a 3 años, que necesitan explorar y tener espacios para la exploración, aventura y recreación.
Para los niños más grandes puede ser más llevadera esta situación, porque ya cuentan con recursos intelectuales y de cierta disciplina que les permite entretenerse de otra forma, como a través de juegos de mesa, leer, conversación o manualidades.
A los adultos nos pasa lo mismo; podemos encontrar más fácilmente otras formas de entretenernos de forma intelectual y, aunque sentimos igualmente la necesidad de salir y respirar, podemos abordarla con un abanico más amplio de actividades. Es por esto, que en esta edición especial nos centraremos a hablarte sobre distintas actividades para realizar con los más pequeños y su importancia, sin necesidad de salir de casa (¡esa es la idea!).
El papel de los adultos
Entendemos que, vivir en una casa con jardín da muchas más ventajas y facilita las cosas. Pero, si vives en una casa pequeña o en un departamento, de frentón transfórmalo en un espacio de juego en pro de los niños. Deja el máximo espacio posible quitando cosas del medio como mesitas, lámparas o cualquier objeto que interrumpa el movimiento para jugar. Los adultos debemos propiciar esto. Así es, es importante entender que los padres no somos monitores de actividades, y no podremos estar constantemente entreteniendo a los niños. Pero sí debemos proveer de espacios e instancias para jugar, incluso dando ideas, involucrarnos.
Es posible que en la casa haya niños y niñas de diferentes edades y que sus juegos sean distintos. En este caso, habrá que mantener las instancias de juego separadas, o, si eligen compartir el juego, mediar un poco considerando las dificultades que puedan darse entre los niños, al tener habilidades o comprensiones distintas. Mantener la calma es la clave, aunque en ocasiones estemos agotados.
Otro tema a tener en cuenta es que, sobre los 3 años, los niños empiezan a jugar con compañeros. Si no tienen hermanos ni otros niños con los que compartir durante el confinamiento, es probable que demanden nuestra presencia para poder desarrollar el juego. Están desarrollando autonomía, pero a la vez, necesitan de la interacción para poder jugar porque sin ella, se les hace aburrido. Y aunque la persona adulta no sea el mejor compañero de juego, es lo único que tienen. Nuestro consejo es que intenten entrar y salir del juego de forma intermitente, haciendo pausas, pero sin abandonarlo.
Mientras los niños juegan, los adultos podemos hacer “nuestras cosas” como trabajar frente al computador, cocinar o limpiar. Lo importante es que los pequeños nos vean ocupados, porque si nos ven constantemente realizando otras actividades como revisar el celular o leer, sin considerarlos a ellos se pondrán nerviosos o se sentirán poco valorados.
Aburrirse puede ser positivo
Muchos papás intentan mantener distraídos a sus hijos constantemente. Sin embargo, los expertos lo desaconsejan, ya que el aburrimiento de los niños y su manera de gestionarlo forma parte de su desarrollo.
El aburrimiento viene dado por distintos factores:
- Tener demasiadas cosas hace que muchas veces éstas pierdan valor y, por lo tanto, no las aprecien.
- Falta de tiempo para el ocio inactivo. En la era moderna (sin pandemia), nuestros hijos están copados de actividades, de manera que no existe espacio para momentos “vacíos”, en los que, simplemente, reposen.
- Presión de los papás. A veces tendemos a empujarles a hacer cualquier cosa con tal de no verlos desocupados.
Sin embargo, aburrirse favorece la salud mental y el desarrollo personal de los niños en la medida en que aprenden a hacer buen uso de esta condición, porque los lleva a estar más tiempo con ellos mismos. Necesitan momentos donde no pase nada, ya que solo así aprenderán a imaginar, crear, inspirarse. Esto abrirá el espacio a la reflexión crítica, en edades mayores.
Aunque no lo pensemos, el aprender a reconocer el aburrimiento estimula el autoconocimiento, permitiendo que los niños se conecten consigo mismos y a reconocer las cosas que los motivan. Esto hará que sean más flexibles cognitivamente, más tolerantes, más creativos y, por tanto, más resolutivos. Aburrirse genera las condiciones para que tu hijo desarrolle la autonomía personal, el pensamiento propio y la imaginación como vías de superarla, ya que, si los adultos conseguimos mantenernos al margen, los niños acabarán encontrando alguna forma en la que divertirse.
Nuestro papel como padres debe centrarse en proporcionarles medios para que, de manera autónoma, puedan mantenerse a gusto. Es decir, en lugar de decirles qué hacer, debemos estimularles para que investiguen ofreciéndoles, por ejemplo, materiales con los que jugar, o los espacios y tiempos necesarios.
Aprovechar el tiempo en familia
Como decíamos, la situación de aislamiento domiciliario nos permite dedicar más tiempo a nuestra familia, a hacer todas esas cosas que dejamos en espera “para cuando tengamos más tiempo”. Es una oportunidad para hablar con nuestros hijos, contarnos nuestras cosas. Eso sí, el estar tanto tiempo sin poder salir de casa, también pueden aumentar los roces y discusiones. Por ello es importante tener paciencia, hablar mucho y fomentar la negociación en el hogar.
Es posible que durante el confinamiento se produzca algún cumpleaños o celebración familiar. Es una buena ocasión para romper la monotonía e idear formas de celebrarlo con imaginación: hacer una torta y que sea sorpresa, decorar a modo de fiesta, preparar un acto o una obra con amigos y familiares, regalar alguna manualidad, etc. Lo importante es hacer que sea un día especial, a pesar de las circunstancias.
Nuestro consejo es que se organicen para realizar cosas en familia. ¿Cómo hacerlo?
- Cada miembro de la familia puede hacer una lista de cosas que le gustaría hacer durante el confinamiento.
- De la misma manera, también se puede elaborar otra lista post-confinamiento; así aprenderemos a valorar cosas a las que antes no dábamos importancia.
- Planificar el tiempo que vamos a dedicar al ocio, ya que también habrá que hacer tareas escolares, domésticas, teletrabajar…
- Elegir qué actividad de la lista vamos a realizar, tratando de ser equitativos con cada miembro de la familia.
- Si bien hay que tratar de evitar los excesos, en esta época de cuarentena será inevitable. Es importante que no esté encendida todo el día, pero si planean alguna actividad, pueda incluir ver alguna película en familia para luego comentarla ¡y hasta disfrazarse de sus protagonistas!También esto dependerá de la edad de los niños. Recordemos que los niños menores de 2 años , idealmente no deberían estar expuestos a pantallas.
Actividades con niños
A continuación, te recomendamos algunas actividades sencillas que puedes realizar, de acuerdo con la edad de cada niño o niña:
De 0 a 6 meses. Los más pequeños se encuentran en pleno proceso de aprendizaje y descubrimiento del mundo. Son muchas las actividades que se pueden hacer en casa para estimular su desarrollo. Son fundamentalmente observadores, por lo que es muy importante centrarse en el contacto de la piel y en cosas que les hagan reír y comenzar a moverse.
Desplazamiento: Cuando son muy pequeños les gusta probar su desplazamiento. Puedes colocarlos boca abajo poniendo tus manos como tope a sus pies para que puedan estirar las piernas y consigan moverse.
Pequeños saltos: Cuando ya afirma la cabeza, se le puede coger por las axilas y apoyándolo en el suelo con ambos pies levantándolo un poco del suelo a modo de “saltitos”.
De acostado a sentado: A partir de los 3 o 4 meses se puede jugar con ellos a cambiarles el mundo de acostado a sentado. Son como unas abdominales asistidas, levantándolos de las manos hasta que se sienten para volver a tumbarlos. Lo ideal es hablarles o hacerles alguna gracia cuando se levantan para que tengan un estímulo y se traten de mover ellos mismos.
Juguetes: Hacia los 6 meses los pequeños son capaces de agarrar cosas con las manos, así que ya pueden empezar a utilizar los juguetes adaptados a sus edades (siempre leer las recomendaciones del fabricante y asesórate con tu pediatra).
De 6 meses a 1 año. Su espacio natural de juego es el suelo.
Gateo: Para fomentarlo, se le puede colocar algún objeto en la distancia para que tenga que ir a por él. Lo importante es que el pequeño tenga libertad de movimiento.
Canasto de los tesoros: es una actividad sensorial que puedes fabricar en casa. La idea es tomar una cesta de mimbre, una caja o una bolsa y meterle objetos cotidianos y materiales naturales. Habría que cambiar los objetos cada cierto tiempo para que el peque no se aburra y se motive a ver qué hay dentro.
Espejos: Al verse reflejado, comenzará a acercarse y alejarse e, incluso, con tu ayuda podrá nombrar partes de la cara.
Palo de lluvia: Se trata de elaborar un tubo con el rollo de papel absorbente (tipo Nova), por ejemplo, y rellenarlo con legumbres, piedras o semillas para crear un sonido u otro. Los pequeños se distraerán y relajarán con el sonido. Hay que tener precaución con las piedras o semillas, y no dejarlas al alcance de los niños, para que no existan accidentes por aspiración de objetos pequeños.
De 1 a 2 años.
Canciones y cuentos: La música es una herramienta muy útil para la estimulación de los más chicos. Puedes cantarle tú o ayudarte con una radio. Leerles en voz alta es muy motivador.
Pintura de dedos: Es fundamental utilizar pintura comestible por si se meten los dedos en la boca. Esta actividad les encantará.
Circuitos caseros: Para favorecer la destreza motora de los bebés y estimular su movimiento, puedes realizar un circuito por la casa para que comience a hacer ejercicio. Solo necesitarás algunos objetos comunes, como sillas, cojines, sábanas o cajas en el suelo.
Pelotas: Son ideales para favorecer el movimiento. Pueden jugar a pasarla sentados en el suelo, de pie o incluso buscarla debajo de la mesa.
Títeres con calcetín: Puedes crear un pequeño teatro de títeres realizado en casa. Para que los bebés puedan interactuar con ellos sin hacerse daño. Utiliza calcetines en las manos y crea diferentes personajes (con pelo de lana, botones como ojos, etc.).
De 3 a 5 años
Además de lo anterior:
Búsqueda del tesoro: Ya con niños y niñas de esta edad se pueden hacer juegos de pistas, con retos y adivinanzas para que se conviertan en auténticos piratas en busca de un tesoro escondido, que idealmente no sean dulces, sino algún juguete u objeto conocido.
Cocina: Te pueden ayudar a hacer galletas, preparar un pastel, o lo que se les ocurra. Todo lo que sea manipular los alimentos, seguro les resultará muy divertido.
Hacer casitas o castillos: Crear sus pequeñas fortalezas, castillos o casas en las que jugar y esconderse es seguro un gran entretenimiento que estimulará su imaginación y creatividad. Deja caer alguna manta por encima de la mesa o junta dos sillas para ponerles un “techo” por encima y ya estará listo el refugio.
Juegos y manualidades: Las opciones de juego son infinitas: construcciones, puzles, pelotas de trapo, disfrazarse, juegos simbólicos (muñecas, maestros, cocinita, etc.). En cuanto a las manualidades: dibujar, colorear, pintura de dedos, collages, recortes, etc.
Entre los 6 y 12 años. Además de las explicadas anteriormente, también se puede:
Juegos más complejos: Jugar a adivinar películas, personajes, canciones, etc.
Teatro: Ya sea un teatro de sombras, preparar una obra de teatro y grabarla, inventarse una entrevista.
Leer o escribir un cuento, un cómic, un diario, cartas a nuestros amigos.
Preparar un árbol genealógico también puede ser entretenido, y hacer videollamadas con familiares con la excusa de que te ayuden a realizarlo.
Manualidades: Pintar figuras de barro, hacer papiroflexia, cajas decorativas, pulseras, collares, aprender a coser, colorear mandalas.
Y muchas otras actividades:
- Hacer exposiciones con las manualidades realizadas.
- Tocar un instrumento.
- Videollamadas con amigos y familiares.
- Realizar coreografías y grabarlas.
- Jugar al baloncesto con un tarro de la basura.
- Acampar en otra pieza de la casa.
Mayores de 12 años. Además de las anteriores:
- Videollamadas grupales con amigos con cierta privacidad.
- Aprender algún idioma.
- Visitas virtuales a museos o atracciones turísticas del mundo (hay mucho de esto disponible en la web).
- Colaborar con las tareas domésticas.
- Arreglar y organizar la habitación. Pueden aprovechar este tiempo y redecorarla.
- Motívalos a leer y que te lean cuentos o cosas de interés que encuentren.
¡Ya ves: hay muchas opciones!
Y como último consejo, te sugerimos sacar fotos de todas las actividades. Esto permitirá que revisar las fotos se transforme en otra actividad, y además tendrás un tremendo recuerdo de estos tiempos que, si bien son tristes e inquietantes, pueden significar una experiencia positiva para padres y niños si son bien aprovechados, uniendo a la familia y permitiendo el conocimiento mutuo.