LOS MALOS TRATOS AFECTAN LA ESTRUCTURA DEL CEREBRO Y AGRAVAN MANIFESTACIONES DEPRESIVAS
Fuente: MEDSCAPENueva investigación sugiere que el maltrato infantil tiene un efecto perjudicial en la estructura cerebral y aumenta el riesgo de resultados clínicos desfavorables en pacientes con depresión mayor, incluidos los episodios depresivos recurrentes.[1]
"Nuestros hallazgos agregan evidencia a la idea de que los pacientes maltratados podrían ser clínica y neurobiológicamente distintos de aquellos no maltratados", comentó a Medscape Noticias Médicas el Dr. Nils Opel, del Department of Psychiatry, en la University of Munster, en Münster, Alemania. "Las investigaciones futuras deberían considerar que los pacientes maltratados podrían representar un subgrupo distinto que requiere atención y cuidados especializados".
El estudio fue publicado en versión electrónica el 21 de marzo en The Lancet Psychiatry.
¿Menos sensibles al tratamiento?
El estudio incluyó a 110 pacientes de 18 a 60 años con trastorno depresivo mayor. Al inicio del estudio todos se sometieron a resonancia magnética estructural y completaron el Childhood Trauma Questionnaire para determinar la presencia y el nivel de maltrato infantil.
Durante el periodo de seguimiento de 2 años, 35 pacientes estuvieron libres de recaída; 75 experimentaron recaída de la depresión, de los cuales 48 sufrieron una recaída; siete tuvieron dos recaídas, y seis presentaron tres recaídas. Además, 14 participantes experimentaron un periodo de remisión de menos de 2 meses, y se consideró que tenían depresión crónica.
Los investigadores reportaron que el maltrato infantil se asoció significativamente con la recaída de la depresión durante el seguimiento (odds ratio [OR]: 1,035; intervalo de confianza [IC] de 95%: 1,001 - 1,070; p = 0,045).
Los resultados de las imágenes cerebrales mostraron que tanto el maltrato infantil como la recaída de la depresión a futuro se asociaron con una reducción del área de la superficie cortical (OR: 0,996; IC 95%: 0,994 - 0,999; p = 0,001), principalmente en la ínsula derecha al inicio del estudio.
El área superficial insular medió la relación entre el maltrato infantil y la recaída de la depresión a futuro. No hubo asociaciones entre el volumen del hipocampo, el maltrato y la recaída de la depresión.
"Dado el impacto de la corteza insular en las funciones cerebrales, como la conciencia emocional, es posible que los cambios que vimos hagan que los pacientes respondan menos a los tratamientos convencionales", señaló el Dr. Opel.
"Las futuras investigaciones translacionales y clínicas podrían considerar cómo se pueden usar los perfiles de riesgo individuales y neurobiológicamente informados para proporcionar opciones de tratamiento más especializadas y personalizadas para pacientes deprimidos", agregó.
Las fortalezas del estudio incluyen la gran cantidad de participantes y la evaluación cuidadosa de la recaída de la depresión a lo largo del tiempo. Una limitación potencial es la evaluación retrospectiva del maltrato infantil, que podría estar sujeto a sesgos de recuerdo.
Cicatrices límbicas
En un comentario adjunto, la Dra. Lianne Schmaal, Ph. D., del Center for Youth Mental Health, en la University of Melbourne, en Australia, señaló que los hallazgos pueden sugerir que "el estrés en la vida temprana da lugar a las llamadas cicatrices límbicas en forma de alteraciones en el área de la superficie cortical, que a su vez aumentan el riesgo de resultados clínicos desfavorables en la depresión mayor".[2]
"Una pregunta clave que queda se refiere a que en la muestra investigada en el estudio del Dr. Opel y sus colaboradores, la reducción observada en el área de la superficie insular refleje un rasgo estable o se normalice con el tiempo con la remisión de la depresión, ya que en su estudio anterior los investigadores solo informaron cómo los cambios longitudinales en el grosor cortical, pero no en el área de superficie, fluctúan con la recaída de la depresión", escribió la Dra. Schmaal.
Este estudio "es una contribución importante a nuestro conocimiento de los mecanismos que confieren riesgo de recaída de la depresión. Una mejor comprensión de estos mecanismos es crucial para desarrollar o mejorar las intervenciones adaptadas al riesgo para las personas susceptibles a un peor resultado clínico a largo plazo", concluyó.
El estudio fue financiado por German Research Foundation, Interdisciplinary Center for Clinical Research, y Deanery of the Medical Faculty de University of Münster. Los autores y la Dra. Schmaal han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
Fuente: MEDSCAPE