CARTA ABIERTA AL MINISTRO DE SALUD SOBRE ESPACIOS DE SALUD AMIGABLES PARA ADOLESCENTES
Estimado Ministro de Salud
Sr. Enrique Paris Mancilla,
Ante la evolución que la atención de salud a los y las adolescentes de nuestro país en el sistema público de salud y en el actual contexto de PANDEMIA por COVID-19, la Rama de Adolescencia de la Sociedad Chilena de Pediatría (SOCHIPE), manifiesta que:
- Valoramos el desarrollo de Políticas Públicas y Programas de Salud dirigidos a los y las adolescentes de nuestro país. En particular, destacamos el programa que refuerza la atención primaria de salud a través de los llamados “Espacios Amigables para Adolescentes”, los que a través del trabajo y compromiso de los equipos de salud han incidido positivamente en la baja de las tasas de fecundidad en mujeres adolescentes y en las tasas de suicidio adolescente, las cuales iban en franco aumento al momento de su implementación.
- Vemos con preocupación la enorme brecha que ha dejado la disminución de las actividades de este Programa producto del actual contexto de pandemia, y hacemos un llamado a implementar nuevas estrategias que permitan llegar a las y los adolescentes, incluidas el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones, plataformas virtuales y redes sociales, de modo de atender de manera oportuna a sus necesidades de salud.
- Observamos que durante este período es de suma importancia poder pesquisar y acompañar a las y los adolescentes que sufran de violencia intrafamiliar o incluso sexual, dado que, en las condiciones de cuarentenas y confinamiento, los encierros ponen a prueba a todas las familias, más aún si estas son disfuncionales. Es deber del Estado de Chile amparar a los y las adolescentes en éstas circunstancias, por lo que se hace imprescindible difundir ampliamente los mecanismos existentes para que ellas y ellos sepan como pedir ayuda, y otorgársela.
- Apreciamos con preocupación, como profesionales de la salud abocados a la atención de adolescentes en los distintos niveles de atención, el aumento de síntomas emocionales y conductas de riesgo (aislamiento, autoagresiones, tristeza y consumo de alcohol y marihuana) que ha ido evolucionando a trastornos de salud mental (trastornos adaptativos, ansiosos, depresivos, trastornos alimentarios), y trastornos nutricionales (sobrepeso, obesidad), además de descompensación de pacientes que se encontraban en tratamiento, por situaciones de estrés y por dificultades de acceso a una atención oportuna.
- Consideramos de relevancia que se refuercen las actividades de la atención primaria de salud, desarrollándose específicamente estrategias adaptadas a las nuevas condiciones epidemiológicas, que impliquen por ejemplo seguimientos telefónicos; controles de salud centrados en la pesquisa de conductas de riesgo integrales, virtuales o presenciales, en caso de tener factores de riesgos que así lo determinen; entrega de métodos de regulación de la fertilidad cuando sea pertinente; sesiones virtuales psicoterapéuticas; visitas domiciliarias; etc.
- Destacamos que es fundamental que los equipos que trabajan con este grupo puedan abrir espacios de participación en los cuidados de salud a los propios adolescentes, de manera de hacerlos participar en los ámbitos que mejor manejan ellos y ellas: las redes sociales, con contenidos de auto y mutuo cuidado en salud. Jóvenes informados, activos y protagónicos son lo que necesita nuestra sociedad.
Todas las acciones descritas ya se desarrollan en muchos Centros de Salud Familiar a lo largo del país, en los Espacios Amigables para Adolescentes. Hacemos entonces un llamado por su intermedio, a las autoridades de salud, para reforzar las acciones y aumentar la cobertura de este Programa, como parte de las Estrategias Sanitarias en contexto de Pandemia por COVID-19.
Con ello, nuestro país estará dando cumplimiento a los compromisos internacionales suscritos a través de la Convención sobre los Derechos del Niño, la cual conforme lo expresado por el propio Comité de los Derechos del Niño (Observación General N° 20 de 2016), mandata a los Estados Partes a examinar y determinar, con la participación de diversos actores incluidos los propios adolescentes, el alcance de los problemas y obstáculos que ellos enfrentan para acceder a los servicios de salud, de manera de formular sobre la base de tales conclusiones, políticas y programas sanitarios integrales y estrategias de salud pública, que satisfagan su derecho a disfrutar del más alto nivel posible de salud.
Relevar la importancia de atender de manera oportuna a las necesidades de salud de la población adolescente es ante todo una cuestión de Derechos Humanos y como Rama de Adolescencia de la Sociedad Chilena de Pediatría manifestamos nuestro compromiso y disposición a colaborar con ello.
Rama de Adolescencia
Sociedad Chilena de Pediatría
Santiago, diciembre de 2020