LOS HERMANOS MAYORES Y LOS CELOS HACIA UNA NUEVA GUAGUA
Fuente: Diario Mi Hijo Ed.67Aunque la noticia de la llegada de un hermanito o hermanita suele ser una alegría muy grande para toda la familia, es normal que afloren sentimientos de celos en los hermanos mayores. Y es que las cosas cambian mucho para ellos cuando llega una guagua a la casa. Si hasta ese momento los hermanos mayores eran el centro de todas las miradas, ahora las visitas fijan su atención en esta persona que recién llegó. Además, los padres tienen menos tiempo para atenderles y tomarlos en cuenta; todo un caos para sus pequeños mundos.
Ahora bien, viendo el vaso medio lleno, estos celos pueden significar algo positivo en los hermanos mayores, ya que esta reacción indica que han desarrollado un sentimiento de apego con sus padres muy fuerte (lo mismo con toda su familia), y sienten que deben defender aquello que piensan que está amenazado.
Por todo esto, y para evitar que los “ex hijos únicos” no lo pasen muy mal, hay que ayudarles a entender su nueva situación. Por lo general, los niños y niñas resuelven muy bien los celos una vez que comprueban que el cariño de sus padres por ellos no desaparece, sino que ahora deben compartirlo con un hermanito o hermanita. Así, primero tendrán que pasar por el proceso de adaptación.
Algunas medidas para que este proceso les resulte más fácil, pueden ser:
- Permitirles que miren y acaricien al bebé con cuidado, todo lo que quieran.
- Si van a compartir pieza, dejar para más adelante el traslado a su cuarto para que no se le junten demasiadas novedades al mismo tiempo.
- Pedir a familiares y amigos que cuando vayan a hacerles una visita, presten atención también al hijo o hija mayor, no solo al recién llegado.
- Trata de tener cada día un ratito en exclusiva con tus hijos mayores, ya sea para conversar, ver fotos, hacer deporte...
- Anímalos a que te cuenten cómo se sienten con la presencia de este nuevo integrante de la familia. Hazles ver que muy pronto crecerá y podrán compartir y jugar con él o ella.
- Encauza positivamente sus llamadas de atención. Si tiene regresión con ciertos elementos que ya había dejado, como el chupete, no se lo niegues; dáselo. Las regresiones a etapas anteriores son la forma que tienen los niños de decir que desean ser como la guagua. Si los padres actúan con naturalidad ante estas complejas solicitudes, los hermanos mayores comprobarán enseguida que eso ya no les satisface y dejarán de comportarse como cuando eran más pequeños.
- Corrige con dulzura sus “excesos” de amor con la guagua. Si le hace llorar con tanto abrazo, no le retes. En cambio, pídele que te ayude a consolarle.
- Trata de no generar otros cambios en las normas y reglas que hay en la casa, respecto de tu hijo; hacerlo puede confundirlo y agregar esta inestabilidad a su sentimiento frente a la llegada del hermano.
Aunque a tus hijos o hijas mayores les cueste aceptar a su nuevo hermanito, no les ayuda que los mimes y los protejas en exceso, ni que muestres una fingida actitud de desapego hacia el bebé. Si actúas con cariño hacia ellos y concedes a los primogénitos algún privilegio por ser los mayores, podrás retarlos siempre que tengas que hacerlo, sin que se sientan mal por ello.
Es importante que los hermanos colaboren en los cuidados de la guagua, ya que les hará sentirse útiles y les facilitará mucho la aceptación del recién llegado. Sin embargo, hay que evitar que consideren su ayuda como una obligación porque los agobiará y les impedirá sentirse plenamente feliz con ellos mismos y con su nuevo hermanito.