COLÁGENO EN EL HUEVO Y SUS EFECTOS TERAPÉUTICOS
PUBLIRREPORTAJE: ESPACIO AUSPICIADO POR CHILEHUEVOS / CONTENIDO APROBADO POR COMITÉ EDITORIALEsta proteína es fundamental para el correcto funcionamiento de varios sistemas corporales.
El colágeno es la proteína más abundante en el cuerpo humano -representa cerca del 30% de la proteína total- y es el componente principal de varios tejidos conectivos. Sus funciones son variadas: no solo otorga elasticidad a la piel, incluyendo vasos sanguíneos, ojos y encías; también da fuerza a tendones, ligamentos, músculos y huesos. Además, existen ciertas evidencias, aún en estudio, de que ayudaría a promover el aumento muscular y a regular el peso corporal.
Sin embargo, el paso del tiempo, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y las dietas altas en azúcar, hacen que la producción de este elemento disminuya significativamente; como consecuencia, la piel y cartílagos se adelgazan y aparecen las arrugas y los dolores articulares, entre otras molestias.
A la fecha se han identificado cerca de 29 tipos distintos de colágeno en el cuerpo, la mayor parte correspondiente a los denominados tipos I -el más común, que se encuentra en la piel, tendones, arterias y huesos, que alcanza al 90% del colágeno total de una persona; el tipo II, presente en cartílagos; el tipo III, en vasos sanguíneos y órganos internos y el tipo V, que se encuentra en el cabello, las superficies celulares y la placenta.
“Existen tres aminoácidos importantes para la síntesis de colágeno; la prolina, glicina y lisina, que son elaborados por el cuerpo normalmente; sin embargo, la edad, la enfermedad y el stress pueden afectar su producción. En estos casos es necesario incrementar el consumo de alimentos ricos en colágeno o de otros que estimulen su producción”, explica la nutricionista de la clínica Santa María Marcela Cosentino.
Una dieta rica en proteínas, que aporte los aminoácidos precursores del colágeno -como el pollo, pescado o cerdo- y de alimentos que no los contienen directamente pero que contribuyen en su formación –como frutos rojos y frutos secos- son muy recomendables. El huevo, en particular, no solo contiene grandes cantidades de prolina, que estimula la producción de colágeno, sino que además tiene colágeno en sí mismo, tanto en las membranas de la cáscara, como en la yema.
El consumo de colágeno del huevo, ya sea directamente a través del alimento o de suplementos preparados con su cáscara -cada vez más comunes- tiene varios efectos beneficiosos sobre la salud. En primer lugar, ayuda a tratar algunos trastornos de tejidos conectivos como tendones y ligamentos, al proporcionar las fibras que los componen; mejora la calidad de la piel, reduciendo arrugas; en efecto, se han realizado estudios con cáscaras de huevos para verificar su efectividad al proteger la piel de las arrugas, la exposición al sol y la pérdida de humedad, con efectos muy prometedores.
Adicionalmente, en 2015 The Journal of Medicinal Food analizó el efecto de consumir colágeno de la membrana de huevo hidrolizado soluble en agua sobre la función articular en un grupo de personas con dolor crónico, observándose mejoras en sus rangos de movimiento; otros estudios han mostrado evidencia de reducir el dolor artrítico y la rigidez de las articulaciones como resultado de la osteoartritis de la rodilla.
Finalmente, la prolina y glicina presentes en el colágeno del huevo ayudan a reconstruir el tejido del tracto digestivo, evitando que pequeñas partículas de alimento y bacterias pasen desde el intestino a la sangre, provocando inflamaciones.