ESTRÉS INFANTIL: ¿CÓMO CUIDAR EL BIENESTAR DE NUESTROS NIÑOS?
Fuente: Diario Mi Hijo Ed.106Los niños, al igual que los adultos, pueden experimentar estrés en diversas situaciones de la vida. Cambios importantes, como la llegada de un nuevo hermano, mudanzas, divorcios, presión académica o problemas en la escuela, conflictos familiares, eventos traumáticos, y problemas de salud personales o de algún ser querido, son algunos de los eventos que pueden provocar estrés en los más pequeños y sus reacciones pueden variar según edad, personalidad y experiencias previas.
El estrés infantil se refiere a la respuesta del cuerpo y la mente de un niño frente a situaciones o eventos que perciben como amenazantes o desafiantes. Puede manifestarse de diferentes maneras, y los síntomas pueden incluir cambios en el comportamiento, emocionales, y cambios físicos.
Si no se maneja de forma adecuada, el estrés infantil puede tener efectos negativos en la salud, como los siguientes:
Problemas emocionales: puede desencadenar una serie de problemas emocionales, como ansiedad, depresión, irritabilidad y cambios en el estado de ánimo.
Problemas de salud física: el estrés crónico puede contribuir a problemas de salud física como dolores de cabeza, problemas gastrointestinales y una mayor vulnerabilidad a enfermedades.
Dificultades académicas: puede dificultar la concentración y el rendimiento académico, lo que puede llevar a un bajo desempeño escolar.
Cambios en el comportamiento: los niños estresados pueden mostrar cambios en su comportamiento, como aislamiento social, agresión, conducta desafiante o regresión en habilidades.
Problemas de sueño: el estrés puede afectar el sueño de un niño, lo que puede llevar a problemas de insomnio o pesadillas.
Problemas sociales y relaciones familiares: el estrés interfiere en las relaciones familiares y en la capacidad del niño para relacionarse con sus compañeros.
Impacto a largo plazo: el estrés en la infancia puede generar efectos a largo plazo en la salud mental y emocional, y aumentar el riesgo de problemas de salud mental en la adultez.
¿Cómo actuar ante el estrés infantil?
Es importante que los padres y cuidadores estén atentos a las señales de estrés en los niños y brinden apoyo emocional y estrategias para manejarlo, ya que actuar adecuadamente es fundamental para ayudar a los niños a enfrentar y superar las situaciones estresantes de manera saludable.
Algunas indicaciones:
Escuchar y validar los sentimientos: anima al niño a expresar sus emociones y preocupaciones. Escucha activamente y muestra empatía. Validar sus sentimientos les hace sentirse comprendidos y apoyados.
Mantener la calma: los adultos deben mantener la calma en situaciones de estrés para dar ejemplo. Si los padres o cuidadores también se estresan, los niños pueden sentirse más ansiosos.
Hablar sobre la situación: explícale al niño de manera apropiada para su edad qué implica estresarse y que quizás esté padeciendo eso. Proporcionar información clara y precisa puede reducir la ansiedad relacionada con lo desconocido.
Establecer rutinas: las rutinas predecibles y estructuradas pueden ayudar a los niños a sentirse seguros. Asegúrate de que tengan horarios regulares para comer, dormir y realizar actividades.
Fomentar el juego y la relajación: el juego es una forma natural en la que los niños liberan tensiones y procesan sus emociones. Proporciona oportunidades para que jueguen y se diviertan. También puedes enseñarles técnicas de relajación, como la respiración profunda o el yoga, para ayudarles a calmarse.
Limitar la exposición a estresores: si el estrés proviene de una fuente específica, como el acoso escolar o la exposición a noticias inquietantes, intenta limitar la exposición del niño a dicha fuente de estrés.
Promover el ejercicio físico: la actividad física regular puede ayudar a reducir el estrés en los niños. Fomenta juegos al aire libre y actividades deportivas.
Alimentación y sueño adecuados: asegúrate de que el niño tenga una dieta equilibrada y que duerma lo suficiente, ya que estos factores pueden influir en su capacidad para lidiar con el estrés.
Ofrecer apoyo social: ayuda al niño a mantener y fortalecer sus conexiones sociales. Pasar tiempo con amigos y familiares puede ser reconfortante y reducir el estrés.
Recuerda que cada niño es único, por lo que es importante adaptar las estrategias de manejo del estrés a sus necesidades individuales. El apoyo de los adultos y un ambiente seguro y comprensivo son esenciales para ayudar a los niños a desarrollar habilidades de afrontamiento saludables.
Si el estrés persiste o es severo, es aconsejable buscar la orientación de un profesional de la salud mental o un terapeuta infantil para obtener ayuda especializada.